Aprender inglés es ya una pasión para muchos y muchas, sobre todo para los más jóvenes que cursan ESO y Bachiller. Ahora bien, ¿cuándo empezar con la famosa inmersión lingüística que incluye vivir y estudiar en un lugar de habla anglosajona? Lo ideal es comenzar de pequeños, pero para muchos padres y los propios menores puede ser una aventura algo arriesgada eso de cursar un año académico en otro país. ¿Solución?: apuntar a tus hijos a los cursos de verano de academiaingles zaragoza, donde los más pequeños tendrán la oportunidad de probar una experiencia temporal sobre lo que es vivir en el extranjero.
Vemos las ventajas de los cursos intensivos de inglés en verano.
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Evitar el abandono antes de tiempo
Una de las condiciones de los cursos anuales de Primaria y Secundaria en el extranjero es que los jóvenes no tengan mucho contacto con su familia para facilitar la inversión lingüística. Esto, que es beneficioso a nivel académico, puede ser un problema con el tiempo para los estudiantes que no acaben de adaptarse.
Para evitar que quieran volverse a su país antes de tiempo, los cursos intensivos de verano son una opción perfecta. Experimentan lo que es estar en el extranjero durante unas semanas para luego decidir si podrían adaptarse a estar un año entero fuera.
Tienen un primer contacto lúdico con la inmersión lingüística
Otra de las ventajas de los cursos intensivos de verano es que mezclan todo tipo de actividades lúdicas con los estudios de inglés. Para los primerizos en el contacto con los idiomas esta es la mejor manera de iniciarse al relacionar aprendizaje de idiomas con momentos de ocio y diversión. De hecho, son como unas vacaciones.
Los cursos intensivos de inglés en verano reúnen a muchos jóvenes, lo que añade a la experiencia tener que socializarse. Y como hay un componente lúdico, esa socialización les permite desarrollar sus habilidades sociales de forma mucho más sencilla, casi sin darse cuenta. Este desarrollo, además, ayuda a forjar una personalidad mucho más segura.
Se aprende inglés más rápido
Todo el dinamismo de estos cursos y la estructuración de los contenidos y actividades están pensados para que el aprendizaje sea mucho más rápido. Especialmente por el hecho de que todo él se realiza de forma práctica y en grupo. Esto puede multiplicar por 10 la asimilación de contenidos y retenerlos de forma mucho más sólida.
Se ahorra dinero
Precisamente por lo dicho anteriormente, un curso intensivo de inglés en verano de un mes puede equipararse en aprendizaje a un curso académico entero. Es decir, la interacción de los jóvenes en un colegio o instituto puede reducirse a hablar con la familia con la que se hospeden –si esa es la forma elegida de alojamiento- o con sus compañeros de clase. El resto del tiempo lo pueden dedicar a estudiar y asistir a clase, lo que no implica necesariamente la comunicación en inglés. Si comparamos las horas de continuo aprendizaje activo en los cursos intensivos de verano con las de un curso académico anual la diferencia no es tan grande. Y si comparamos el coste de un curso intensivo con el curso anual, la quinta ventaja está servida.