Si habéis leído el relato de poesía épica Beowulf, sabréis que este texto literario es considerado como uno de los más importantes del idioma anglosajón o inglés antiguo. Posiblemente escrito entre los siglos VIII y XI de nuestra era, se ha convertido en una obra tan carismática como el Cantar del Mio Cid, para el idioma castellano; la Canción de Roldán, para el francés, o el Cantar de los Nibelungos, para las lenguas germanas.

Todas estas obras, aun no siendo las primeras escritas en las versiones antiguas de idiomas tan poderosos, sí constituyen un momento esencial de los mismos en la evolución de las proto-lenguas mencionadas a las lenguas modernas. En el caso del idioma inglés, Beowulf se ha convertido en todo un clásico en la historia de la literatura inglesa. Pero ¿cómo es eso posible si el relato trata sobre las aventuras de un héroe en el sur escandinavo? Pues porque los pueblos Jutos, Anglos y Sajones del sur de Escandinavia (Dinamarca, Suecia y Noruega), fueron los pueblos que tras el abandono de las islas británicas por parte de los romanos, las ocuparon (en el 449 d.C.) dominando además al pueblo antiguo de los Celtas, que llevaba milenios en la actual Gran Bretaña.
Fue durante ese periodo (siglos V-XI d.C.) cuando se escribió Beowulf, además de otros escritos en la lengua de inglés antiguo o anglo-sajón. Y así el lenguaje de los invasores germánicos se extendió desde el sureste a toda Inglaterra, nombre de país de origen latino que significa la tierra de los anglos.
Esa antigua versión del idioma inglés o anglo-sajón, en la época de la Alta Edad Media, llegó a contar con un vocabulario de unas 34.000 palabras donde muchas de ellas poseían distintos significados y no todas tenían ya origen en la lengua germana anglosajona. De hecho, desde que Inglaterra, como región, se convirtiera al cristianismo, el anglo-sajón empezó a recibir la influencia del latín a través de los misioneros católicos.

Durante algo más de seiscientos años, el inglés antiguo se extendió por gran parte de lo que hoy es Inglaterra llegando incluso al sur de Escocia y este de Gales. Sin embargo, en el año 1066 d.C. se produjo un cambio importante en la evolución del idioma inglés: los Normandos invadieron Inglaterra. Con este hecho y la incorporación ya decisiva de la lengua romance del francés y el propio latín, el anglo-sajón o inglés antiguo pasó a denominarse Middle English o inglés medio.
Esta forma evolucionada del inglés lo fue, de hecho, por la incorporación de más de 10.000 palabras al vocabulario en inglés ya existente por parte del francés, ya fuera en forma romance, o provenientes del latín. Al igual que el poema épico Beowulf se convirtió en el texto más relevante en inglés antiguo, un texto llamado la Crónica de Peterborough o Manuscrito Laud, destacó por ser el primer texto en prosa en inglés medio o Middle English. Este texto recogió la historia de Inglaterra desde tiempos romanos hasta el siglo XIV pasando por la conquista normanda. Fue en la Abadía de Peterborough donde se guardó celosamente esta crónica, de ahí su nombre.
La utilización del Middle English, al que algunos también llaman inglés normando, evolucionó a partir de 1450 con la llegada del Renacimiento hasta constituir una nueva fase del idioma inglés: el inglés moderno temprano o Early Modern English, forma utilizada en los territorios de influencia normanda, con gran influencia latina y la que es considerada la forma de lengua inglesa utilizada por Shakespeare.
Durante doscientos años (1450-1650) el idioma inglés y su vocabulario sufrieron una gran revolución y ampliación. Muchos trabajos en otros idiomas fueron traducidos al inglés y aquello, literalmente, supuso la incorporación y creación de decenas de miles de palabras, muchas de ellas conservando la etimología del idioma traducido, como ocurrió con las palabras de origen francés y latín. Sólo William Shakespeare introdujo 1.600 nuevas palabras mientras componía sus obras.
Es partir de 1650, la Revolución científica y la aparición de los grandes filósofos ingleses cuando se produce el último gran cambio o fase en el idioma inglés: inglés moderno o modern english. Esta forma ya totalmente moderna de inglés, aunque ha sufrido cambios en casi cuatro siglos, ha evolucionado más en cuanto a gramática que en una adicción sustancial de palabras. No obstante el periodo imperial inglés ha obligado a actualizar la lengua con la adicción de nuevos vocablos con origen en los pueblos colonizados y el tamaño del vocabulario actual del idioma está entre 500.000 y 600.000 palabras, desde luego una de las lenguas más extensas y ricas del mundo.
Uso del inglés al día de hoy
Como ocurre con prácticamente todos los idiomas, hoy en día, pese a que el conocimiento en la sociedad es mayor, eso no ha influido de forma comparada con en el uso del lenguaje. Por ejemplo, en castellano, una persona con una educación media posee un vocabulario de entre 1.500 y 2.000 palabras para expresarse. No es que su acerbo lingüístico sea ese, sino que se basta con esa cantidad de palabras para comunicarse.
En la sociedad inglesa pasa algo parecido y se da el hecho de que muchos de los extranjeros que han pasado un tiempo largo aprendiendo el idioma, poseen un vocabulario mayor que los propios ingleses, algo que ocurre también en la lengua castellana.
Sin lugar a dudas el aprendizaje del vocabulario en inglés o cualquier otro idioma, se realiza de una forma distinta al aprendizaje gramatical o sintáctico. En la mayoría de las veces, aprender nuevas palabras en inglés requiere, simplemente, de un esfuerzo de memorización. Sin embargo, como en todo, existen tácticas, técnicas y trucos para memorizar más rápido y de forma más permanente. Una de las más comunes por efectivas es la utilización de post-it con la palabra en inglés de un objeto. Por ejemplo si queremos memorizar el vocabulario inglés relacionado con el mobiliario del hogar, podemos pegar estos papelitos en cada objeto: una silla, una mesa, la nevera, una lámpara, etc. Y en cada papel poner su palabra en inglés: chair, table, fridge, lamp, etc. ¿Durante cuánto tiempo debemos utilizar este sistema? Depende de la capacidad de absorción de vocabulario de cada uno y de cuánto estemos y merodeemos por casa, pero si nuestra intención de aprender inglés es sería, con unas cuatro semanas, conseguiremos asociar imagen física del objeto a su nombre (noun) en inglés de forma eficaz y duradera.

Siguiendo con los «papelitos», podemos avanzar un poco más y empezar con las frases hechas y típicas que todo el mundo debe saber: por ejemplo, ¿qué hora es? o what time is it? La idea es escribir en unas pequeñas cartulinas pequeñas por un lado la frase en castellano y por el otro, en inglés. Generar unas 20 cartoncitos con las frases que nos interese aprender. Una vez con ellos en nuestra mano, los arrojamos sobre una mesa y vemos como algunos caen mostrando la frase en inglés y otras la frase en castellano. El ejercicio sería decir en voz alta la frase de cada cartulina en el idioma contrario al que leemos. Si una cartulina muestra el texto «Buenos días», pensamos entonces en cómo se dice ese saludo en inglés. Probamos en voz alta y damos la vuelta al cartoncito para saber si lo hemos hecho bien. Si, por el contrario, una de las cartulinas muestra un texto cómo «She is not here», tendremos entonces la oportunidad de traducir al castellano una frase negativa en presente simple. Damos la vuelta a la cartulina para comprobar que no hemos acertado. Y así con todas las cartulinas.
La mayoría de las técnicas para memorizar vocabulario en inglés tienen que ver con la asociación de una imagen y un concepto: memoria visual y memoria conceptual. Por ello, también podemos hacer un pequeño mural o mapa categorizado (imagen arriba) por grupos de palabras: por ejemplo, palabras relacionadas con el hogar, con un aeropuerto, con alimentos, etc. Ese mapa lo podemos dibujar en una cartulina de un metro de diámetro y pegarla en la pared de nuestro dormitorio, de tal forma, que cuando nos vayamos a acostar o levantarnos le demos un repasito para memorizarlo.
Además de todas estas técnicas para aprender vocabulario, la mejor de las actitudes es relacionar el idioma inglés con una actividad u hobby que nos apasione, por ejemplo el cine. No está demás, un par de veces a la semana, visualizar nuestras películas favoritas en el idioma original con subtítulos, en este caso, las que estén realizadas en inglés. Al ser el cine algo que nos apasiona y estar viendo una película que atrae toda nuestra atención, nuestro nivel de concentración y retención de palabras es máximo. Además, será motivador el hecho de descubrir cómo nuestro actor favorito pronuncia en su propia lengua frases legendarias para nosotros y la historia del cine. Si somos seguidores de Robert de Niro, podremos descubrir como se dicen en inglés frases como «¿Estas hablando conmigo?», uno de los momentos mas especiales de Taxi Driver que en inglés americano y coloquial sería: You talkin to me? O algunos años más tarde, en El cabo del miedo, cuando a De Niro le dan una paliza por encargo de su abogado, si vemos la película en inglés, descubrimos que en inglés americano, la palabra «abogado», se traduce más como counsellor, mientras que en inglés británico es lawyer.

Otra forma de aprender vocabulario inglés, sobre todo por su uso masivo, es a través de los llamados teléfonos inteligentes. Ya sea bajo tecnología Android como Iphone, existen multitud de aplicaciones o Apps como Babbel (de Google) que nos permite realizar pequeños cursos para ampliar nuestro vocabulario con numerosos ejercicios. Gracias a la tecnología de reconocimiento de voz, Babbel cuenta con ejercicios donde debemos repetir palabras en inglés de tal forma que si la aplicación detecta que pronunciamos mal la palabra sugerida, vibra y no pasa a la siguiente. Las aplicaciones móviles, desde luego, se abren paso a través de todos los campos del saber.
En cualquier caso, cualquier técnica, tecnología o truco que utilicemos para aprender vocabulario en inglés, nuestra mejor apuesta es que todo lo asociemos a actividades lo más lúdicas posibles y que realmente nos gusten. Aprender idiomas no tiene porque ser algo tedioso.
Finalmente, siempre con un diccionario a mano, ya sea físico o como aplicación en nuestro móvil, que las hay, hemos de tener mucha paciencia en nuestro viaje por las entrañas del idioma inglés. Como hemos dicho anteriormente, el vocabulario inglés es un vasto océano conceptual de más de medio millón de palabras.